martes, 17 de agosto de 2010

CALAVERAS DE CRISTAL I

En el año 1924 se descubre en las ruinas de un templo de la ciudad Maya "de las piedras caídas" en Lubaantún (Belice) una calavera de cristal de roca. El hallazgo fue a través de una joven de 17 años (Anna Le Guillon Mitchell-Hedges) que estaba acompañando a su padre adoptivo, el explorador inglés Frederick Albert Mitchell-Hedges.
Es una reproducción casi perfecta de una calavera femenina, excepto la ausencia de las suturas craneanas tan características. Su peso es de unos 5 kilos y se compone de dos partes ya que la mandíbula inferior no está unida al cuerpo principal del cráneo, aunque el ajuste con la parte superior es perfecto.
La calavera posee propiedades ópticas sorprendentes, por ejemplo: si es alumbrada por la parte inferior, la luz sale por las cuencas. Por otra parte si es iluminada por los rayos del Sol desde la parte posterior, se genera un intenso haz luminoso calorífico que sale por las cuencas, la nariz y la boca con un efecto similar en sus propiedades al que se produce con una lupa.
Se dice que los nativos del lugar al verla se inclinaron y la veneraron como si se tratara de un Dios.
En el año 1970 la familia Mitchell-Hedges entregó el cráneo a los laboratorios de la empresa Hewlett Packard para un estudio profundo de la misma. Durante los seis meses de investigación pudo comprobarse que el cristal fue tallado en contra de su eje natural . algo que los modernos escultores no lo harían porque se provocaría la rotura de la pieza de cuarzo; esto es así aún utilizando tecnología láser. Otro de los hallazgos que sorprendió a los investigadores es que no se hallaron evidencias de que se hayan utilizado herramientas metálicas. De tal manera su construcción es un verdadero enigma del cual se desprenden numerosas hipótesis, una de ellas dice que la calavera fue hecha de pura roca cristalina en un proceso de construcción que abarcó entre 150 y 300 años.
Algunos de los aspectos más sobresalientes resultantes de la investigación son:
· Fue fabricada totalmente en cuarzo natural de alta pureza, de dióxido de silicio "piezoeléctrico" anisótropo.
· Tanto la parte superior como la mandíbula inferior están talladas en el mismo bloque de cristal de roca.
· No existen huellas de instrumentos, ni siquiera rastro microscópico.
· Es casi imposible fecharla ya que el cristal no envejece..
· Con tecnología moderna de diamante se necesitaría un año de trabajo para conseguir el aspecto exterior lo   que dejaría huellas
· En cuanto a los efectos prismáticos, su reproductibilidad resulta aún más dificultosa.

Existen otras calaveras de cristal de las cuales haremos referencia en una próxima entrada.

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