La actividad O.V.N.I. se observa en distintos lugares del planeta, sea en ciudades, campos, lagos, mares y montañas donde muchas veces quedan rastros visibles en forma de radiaciones, tierra quemada, arena vitrificada o las tan conocidas y extrañas figuras en los campos de maíz y cebada.
También es claro el interés por parte de los visitantes en los cables de alta tensión o plantas generadoras de electricidad a lo que se suma, como ya se ha visto por ejemplo en Rusia, las bases militares y silos donde se guardan misiles nucleares (Tema que desarrollaremos). Del mismo modo se han visto y registrado vuelos alrededor de la que fueran las Torres gemelas en EEUU antes y en el momento del “atentado” del 11 de setiembre.
Las abducciones de seres humanos con la aparente finalidad de estudiarnos o, como se ha podido comprobar en muchos casos, el hecho de implantar pequeñísimos objetos metálicos, a veces más finos que un cabello, bajo la piel o en el cerebro. Las apariciones en los campos del mundo de animales diseccionados con precisión y detalle se suma a la gran lista de intereses extraterrestres por el planeta y sus habitantes. También pareciera ser que los grandes cataclismos atraen el interés de estos seres ya que se han observado luces extrañas durante grandes terremotos y erupciones volcánicas de magnitud, como ser en México y, mas cercano a la fecha en Islandia.
En marzo del 2010 el volcán Eyjafjallajökull o Eyjafjalla en Islandia generó una enorme erupción que dejo sin vuelos a gran parte de Europa por varios días siendo la misma una de las mas grandes registradas de los últimos años. Durante todo el proceso cientos de cámaras fijas grabaron los avances de las erupciones desde distintos puntos de la montaña. En muchos de los registros fílmicos obtenidos se ve claramente como extraños aparatos surcan los cielos alrededor del volcán en plena erupción como a través de las incandescentes nubes de materiales salidas del cráter.
Seguidamente presentamos videos de Tercer Milenio sobre las investigaciones pertinentes a este y otros casos de actividad O.V.N.I. en las grandes erupciones.
Lic. José A. Sala
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